El Foot Ball Club Argentino recibió en los últimos días una visita que dejó huella. José María “Pampa” Calvo, ex jugador de Boca Juniors y protagonista de una de las épocas más gloriosa del club Xeneize, compartió entrenamientos y capacitaciones con nuestras divisiones inferiores, dejando no solo enseñanzas tácticas, sino también una profunda inspiración.
Con una carrera profesional que incluye 12 títulos —entre ellos las Copas Libertadores de 2001 y 2003, y la Intercontinental de 2003—, Calvo se acercó desde hace tiempo al club desde un lugar doblemente valioso: como padre comprometido y como referente del fútbol argentino. Su presencia fue clave en las jornadas de trabajo con los equipos sub 15 y sub 17, donde se abordaron temas como el posicionamiento corporal en el marcaje, la defensa en inferioridad numérica y la basculación táctica.
Además, brindó una capacitación exclusiva para nuestros entrenadores, compartiendo conceptos técnicos y estratégicos desde su experiencia en el más alto nivel. “Me gusta estar relacionado con el fútbol, es algo que hice siempre. Poder aportar a los profes y a los chicos desde lo que uno vivió, me hace feliz. Estoy agradecido de que puedan contar conmigo”, expresó Calvo con humildad y entusiasmo.
Ignacio Concepción, coordinador de fútbol del club, destacó el valor de esta colaboración: “Para nosotros es increíble que José nos pueda ayudar. Valoramos su conocimiento y ni hablar de la trayectoria que tiene dentro del fútbol. Es un lujo tenerlo cerca del club y que nos aporte su experiencia”.



La cercanía de José con el Decano no es nueva. Su rol como padre lo mantiene vinculado afectivamente, pero su compromiso va más allá: se traduce en tiempo, dedicación y voluntad de construir junto a nosotros el futuro de nuestros jóvenes. En cada charla, en cada corrección técnica, en cada gesto, se percibe el deseo genuino de transmitir valores y herramientas que trascienden el juego.
Desde el Foot Ball Club Argentino celebramos y agradecemos profundamente este aporte. Porque formar es también compartir, y cuando el conocimiento se entrega con generosidad, el crecimiento es colectivo.

